Cuando un tribunal emite dos sentencias distintas sobre un mismo expediente, una que rechaza los recursos de apelación mientras otra los acoge y modifica el aspecto civil a favor de los querellantes, la S.C.J. no puede decidir cuál sentencia es la correcta, dado que de hacerlo lesionaría el derecho de defensa de los recurrentes y de los actores civiles. Procede una nueva valoración de los méritos de los recursos de apelación, aun cuando los actores civiles no hayan recurrido en casación, para preservar la garantía judicial y el debido proceso. No. 8, Seg., Jun. 2012, B.J. 1218.
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